A pesar de que no se puede predeterminar el sexo del bebé con un acierto del 100%, hay ciertas técnicas que podrían aumentar las probabilidades.
¿Cómo se hace la selección?
El primer paso para la selección de sexo es poner en marcha un proceso de fecundación in vitro, estimulando a la mujer con hormonas para conseguir un número suficiente de óvulos maduros. Una vez extraídos, esos óvulos se fecundan en el laboratorio. De los embriones resultantes se puede obtener información hacia el quinto o sexto día de desarrollo.
Con una muestra de biopsia de la parte externa del embrión es posible analizar los cromosomas, lo que se conoce como cariotipo. Si en la célula estudiada los cromosomas sexuales son X e Y, el embrión dará lugar a un niño, mientras que si son XX será una niña.