Estar embarazada es una experiencia que cambiará la vida de muchas parejas, y sobre todo en la vida de una mujer. Sabemos que el embarazo comienza a cambiar, se experimentan una montaña rusa de cambios hormonales y el primer trimestre es crucial para cualquier embarazo por lo que es importante que se conozcan los posibles síntomas de este primer periodo del embarazo para identificar cuándo es necesario que nos visites.
Algunos los síntomas normales que puedes llegar a experimentar durante el primer trimestre del embarazo son:
- Pechos sensibles e hinchados. Al principio del embarazo, los cambios hormonales pueden hacer que las mamas se vuelven sensibles y se inflamen. La molestia probablemente disminuirá después de unas pocas semanas a medida que tu cuerpo se adapte a los cambios hormonales.
- Náuseas con o sin vómitos. Las náuseas del embarazo pueden aparecer a cualquier hora del día o de la noche y, a menudo, comienzan uno o dos meses después de quedar embarazada. Si bien este síntoma varía entre las personas, en caso de experimentarlo el introducir algunos cambios en tu estilo de vida ayudará a aliviar las molestias, como evitar alimentos u olores desagradables e ingerir cantidades más pequeñas de alimento con mayor frecuencia (comidas simples y con poca grasa). Es posible que los alimentos fríos te sienten mejor que los calientes. Los alimentos y las bebidas que contienen jengibre también pueden ayudarte a sentirte mejor.
- Necesidad frecuente de orinar. Es posible que orines más a menudo de lo habitual. La cantidad de sangre del cuerpo aumenta durante el embarazo, lo que hace que los riñones procesen líquido extra que termina en la vejiga provocando una continúa necesidad de orinar. OJO: Es fundamental que no te aguantes las ganas de ir al baño o bien, que disminuyas tu consumo de agua, ambos son factores importantes para tu bienestar y el del futuro bebé.
- Fatiga. La fatiga también es uno de los primeros síntomas del embarazo. Nadie sabe con certeza las causas de la somnolencia durante el primer trimestre del embarazo. Sin embargo, un rápido aumento de los niveles de la hormona progesterona a principios del embarazo puede contribuir con la fatiga.
- Humor cambiante. La avalancha de hormonas en tu cuerpo al comienzo del embarazo puede hacerte sentir inusualmente emotiva y llorona. Los cambios de humor también son comunes.
- Hinchazón abdominal. Los cambios hormonales durante el comienzo del embarazo pueden hacer que te sientas hinchada, de manera similar a como te sentirías al comienzo de un período menstrual.
- Manchado leve. El manchado leve puede ser uno de los primeros signos del embarazo. Se le conoce como sangrado de implantación y ocurre cuando el óvulo fecundado se adhiere al revestimiento del útero, unos 10 a 14 días después de la concepción. El sangrado de implantación ocurre alrededor de la fecha en que esperarías tener tu período menstrual. Sin embargo, no todas las mujeres lo tienen. De cualquier manera, es importante que si presentas sangrado durante este periodo o en los posteriores, visites a tu médico para descartar cualquier problema.
- Calambres. Algunas mujeres padecen calambres uterinos leves al principio del embarazo.
- Estreñimiento. Los cambios hormonales hacen que el sistema digestivo se haga más lento, lo que puede provocar estreñimiento.
- Aversiones alimentarias. Cuando estás embarazada, podrías volverte más sensible a ciertos olores y tu sentido del gusto podría cambiar. Como la mayoría de los demás síntomas del embarazo, estas preferencias alimentarias pueden atribuirse a cambios hormonales.
- Congestión nasal. El aumento de los niveles hormonales y de la producción de sangre puede hacer que las membranas mucosas de la nariz se hinchen, se sequen y sangren fácilmente. Esto puede hacer que tengas la nariz tapada o goteo de la nariz.
- Antojos. Los antojos, aunque sean raros, no son motivo de preocupación. Sin embargo, consulta al médico si sientes ganas de comer cosas que no sean alimentos, como tierra o tiza.
- Acné. El aumento en la producción de sebo por culpa de las hormonas puede obstruir los poros y provocar acné en algunas madres. Lávate la cara dos veces al día, usa cosméticos no grasos y puedes revisar con tu médico la posibilidad de usar algún medicamento para reducir los brotes sin que afecte a tu bebé.
Recuerda visitarnos para iniciar el seguimiento de tu embarazo o incluso, si estás planeando embarazarte podemos ayudarte con dicho objetivo, haciendo un seguimiento de cerca, iniciando el consumo de vitaminas prenatales, y guiándote en todos los cambios de hábitos recomendables para prepararte antes de este gran cambio que seguro está por venir.
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