La secreción vaginal es el término que usamos para referirnos a cualquier fluido no menstrual que sale de la vagina, tal como la lubricación natural, fluido cervical, entre otros. El fluido cervical (también conocido como mucosidad cervical) es uno de los principales componentes del flujo vaginal; éste es producido por las células del cuello uterino y cambia a lo largo del ciclo de la persona menstruante, de seco a húmedo, de cremoso a aceitoso, de elástico a pegajoso.
El conocimiento de tus secreciones vaginales, de todos los tipos que tu cuerpo puede presentar, cada cuándo cambia y por qué te dará una mejor indicación de qué eventos hormonales están ocurriendo en tu cuerpo en un momento dado. La comprensión de tus propios patrones puede ayudarte a saber cuándo aumenta el estrógeno, cuándo se ha producido la ovulación y cuándo puedes no necesitar lubricante. Conocer el flujo vaginal y el ciclo del flujo cervical también puede ayudarte a reconocer cuando algo puede estar mal, desde una infección hasta un problema hormonal.
Ahora bien, la función del flujo cervical es permitir que los espermatozoides entren en el útero y lleguen al óvulo durante la ovulación. De hecho, para que se produzca un embarazo se necesita un óvulo, un espermatozoide y un fluido cervical fértil.
Por otro lado, el cuello del útero es el pasaje entre el tracto reproductivo inferior y superior. Tiene glándulas dentro y alrededor de ella que producen fluido. La consistencia, opacidad y volumen de este flujo cambia junto con tus hormonas reproductivas. En diferentes momentos de tu ciclo, el flujo cervical cambia para dificultar o facilitar que los espermatozoides pasen del cuello uterino al útero. El fluido cervical también protege a los espermatozoides del ambiente ácido de la vagina, y contiene anticuerpos que ayudan a mantener fuera las bacterias y virus no saludables.
Cronología del flujo cervical a través de tu período
- La menstruación:
El primer día del período los niveles de estrógeno y progesterona son bajos. Dado que los niveles de estrógeno determinan la producción de fluido cervical, el cuello del útero no está produciendo mucho flujo en este momento. No puedes notarlo de todos modos, ya que estás menstruando.
- Secreción ausente y seco;
En los días posteriores al período, el estrógeno se eleva (el estrógeno es producido por el folículo que crece en el ovario mientras se prepara para liberar un óvulo en la ovulación). La mayoría no notará ningún fluido cervical por un par de días hasta que el estrógeno sea más alto.
- Secreción pegajosa, blanca, cremosa, resbaladiza:
A medida que los niveles de estrógeno aumentan, el cuello del útero produce más líquido. Al principio, puede ser espeso y pegajoso o sólo pegajoso, y se vuelve más húmedo y cremoso. Puede tener un aspecto blanquecino y nublado, o incluso amarillento (sobre todo cuando se secó sobre la ropa interior). En un ciclo menstrual de 28 días, puedes notar este fluido por primera vez alrededor del día 9 o 10.
- Secreción húmeda, resbaladiza, clara, elástica
A medida que se acerca la ovulación, se produce mucho más flujo cervical. Es probable que la vagina empiece a sentirse mucho más húmeda y que el fluido se vuelva más resbaladizo a medida que aumenta tu contenido de agua. En un par de días, el fluido se vuelve más elástico y claro. Cuando el estrógeno alcanza su máximo nivel, 1-2 días antes de la ovulación, el flujo cervical a menudo se asemeja a una clara de huevo cruda que se puede estirar unos centímetros entre el pulgar y el dedo. La cantidad de flujo vaginal en este momento es diferente para cada persona, pero puede ser hasta 10 ó 20 veces más que en otros puntos del período. La composición del fluido cervical en esta etapa de tu cliclo es aproximadamente un 95% de agua en peso, y un 5% de sólidos (electrolitos, compuestos orgánicos y proteínas solubles). Cuando se presenta este tipo de secreción vaginal tus probabilidades de ovulación son más altas, sin embargo, la presencia de fluido cervical fértil no puede confirmar la ovulación con seguridad. Las pruebas de ovulación y el seguimiento de la temperatura corporal basal son más fiables para confirmar la ovulación.
- Secreción pegajosa, seca
Cuando se presenta este tipo de secreción es porque estás atravesando la fase lútea. Tan pronto como la ovulación termina, el flujo vaginal cambia una vez más. Incluso antes de notar un cambio visual, el fluido cervical ya se habrá vuelto más fibroso y difícil de atravesar para los espermatozoides. En un día o dos después de la ovulación (el comienzo de la fase lútea), la cantidad de líquido disminuye rápidamente. La progesterona, la hormona dominante en esta fase, actúa para inhibir la secreción de líquido de las células epiteliales del cuello uterino. El fluido puede volverse pegajoso o viscoso, o simplemente seco y ausente .
Esto nos lleva de nuevo a la menstruación, y el ciclo comienza de nuevo.
Recuerda que cada cuerpo es único por lo que estos cambios pueden mostrarse de forma diferente en ti, o puedes experimentarlos e interpretarlos de forma diferente. Es importante que aprendas a conocer tu cuerpo y todas las señales que este te manda para identificar si estás presentando un problema o si todo está en orden.
Los cambios en el patrón del fluido cervical pueden indicar un problema hormonal. Esto suele ir acompañado de cambios en la duración de tu ciclo y período. La ausencia también puede ser anormal y puede ser señal de que una infección está presente. Los signos de secreción anormal incluyen cambios en:
- Consistencia: inusualmente delgada, o gruesa y más texturizada
- Color: gris, verde, amarillo o marrón
- Volumen: aumento significativo e inesperado
- Olor: metálico, a pescado o solo diferente
De cualquier manera, no olvides visitarnos una vez por año como mínimo, para asegurar que todo en ti está y sigue bien. Sin importar si estás embarazada o si ya empezaste tu vida sexual, es indispensable que agendes tu cita para prevenir cualquier eventualidad.
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